viernes, 1 de noviembre de 2013

Hepatitis

 Las hepatitis son frecuentemente de origen viral. Además de los virus hepatotropos, existen virus que pueden causar enfermedad secundaria en el hígado, como el Citomegalovirus y el virus de la Fiebre Amarilla. A pesar de que cada virus tiene sus características propias, se pueden establecer algunas generalidades:
-Todos los virus hepatotropos son ARN, excepto el VHB que es de ADN.
-Todos se contagian por vía parenteral, excepto VHA y VHE
-Todos tienen diversa tendencia a la cronicidad, excepto VHA y VHE que producen enfermedad autolimitada. 



 Para diagnosticar hepatitis A, puede determinarse IgM y/o IgG en el suero, o buscar el ARN viral mediante PCR. Un resultado positivo en la búsqueda de IgG indica que hay inmunidad de por vida.



 Para el diagnóstico se busca el antígeno de superficie (HBsAg) o la forma secretoria del antígeno del core (HBeAg). Pueden determinarse también los anticuerpos anti-HBeAg, anti-HBsAg y anti-HBcAg. Existe un cuarto antígeno, conocido como HBxAg, nombrado así por la proteína X, que está relacionada con la replicación viral; el hallazgo de este antígeno indica replicación viral activa.


 El virus de la hepatitis C es el que más tendencia a la cronicidad tiene. Esto se debe a que el virus es muy inestable y varía mucho. Se dice que dentro del individuo, pasados dos o más años desde la infección, aparecen cuasiespecies. Dicha propiedad del virus impide el desarrollo de una vacuna efectiva.



















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