viernes, 1 de noviembre de 2013

Aparato Digestivo - Síndrome de Malabsorción y Celiaquía

Síndrome de Malabsorción Severo



1.- Desaparición de las vellosidades intestinales
2.- Agrandamiento de la mucosa por infiltrado inflamatorio
3.- Borramiento del ribete en cepillo por proliferación sin diferenciación del epitelio intestinal
4.- Alargamiento de las criptas

   El síndrome de malabsorción no constituye una patología per se, si no que representa una consecuencia de distintas enfermedades que afectan la digestión y absorción de nutrientes. Se define como la absorción deficiente de lípidos, proteínas, hidratos de carbono, vitaminas, electrolitos y agua. Suele presentarse como diarrea crónica y asociarse con anorexia, distensión abdominal, pérdida de peso, ruidos hidroaéreos aumentados y esteatorrea. Otros síntomas representan la deficiencia de ciertos nutrientes, como la anemia megaloblástica y la tendencia hemorrágica por falta de vitamina B12 y K respectivamente.
   La digestión implica cuatro procesos donde intervienen distintos agentes. Cuando uno de estos se ve comprometido, puede desarrollarse el síndrome de malabsorción. Estos procesos son:
  • Digestión Intraluminal: las enzimas luminales y los ácidos biliares degradan los nutrientes a partículas más pequeñas
  • Digestión Terminal: las disacaridasas y las peptidasas del ribete en cepillo degradan aún más los nutrientes a moléculas absorbibles
  • Transporte transepitelial: transporte y metabolismo de los nutrientes por los enterocitos
  • Transporte linfático: el sistema linfático transporta los lípidos absorbidos a la sangre venosa
   Las enfermedades que pueden producir este síndrome son la celiaquía, la pancreatitis crónica, la enfermedad intestinal inflamatoria (Enf. Crohn y Colitis Ulcerosa), la deficiencia de disacaridasas y diversas infecciones del tracto intestinal. Histológicamente todas estas enfermedades son similares, el diagnóstico diferencial debe incluir otros datos semiológicos o de laboratorio, como los anticuerpos antigliadiana, antiendomisio y antitransglutaminasa tisular en el caso de la enfermedad celíaca.


Enfermedad Celíaca
   La celiaquía es una patología frecuente desencadenada por la sensibilización del paciente frente al gluten y la gliadina, su producto de degradación en una reacción llevada a cabo por la transglutaminasa tisular. Los individuos que desarrollan la enfermedad tienen predisposición genética por polimorfismos de genes relacionados con la inmunidad, como HLA-DQ2 y 8, IL-2, IL-21, CCR2, SH2B3 y genes que determinan la polaridad epitelial. Existe cierta asociación con otras enfermedades autoinmunes y el síndrome de Down. La celiaquía se caracteriza por la destrucción mediada por la inmunidad celular de la mucosa intestinal. La gliadina induce la secreción de IL-15, que activa linfocitos CD8+ y los vuelve citotóxicos para los enterocitos que expresan MIC-A. Al dañarse el epitelio, hay más gluten disponible para la transglutaminasa celular, lo que potencia el daño. Finalmente, las células presentadoras de antígeno pueden presentar la gliadina a linfocitos T CD4+ que producen citoquinas que son dañinas y activan también la inmunidad humoral, con la producción de los anticuerpos que se utilizan como elementos de diagnóstico serológico.

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